¿No os decía yo en el post anterior la debilidad que sienten los niños hacia los abuelos? Pues aquí tenéis otra muestra. Sofía Pérez ha elegido uno de mis trabajos para realizarlo en acrílico y regalárselo a su querida abuela.
Le ha quedado tan bien, que me gusta más que el mio!!
Es genial, desde luego Sofia hace honor a su nombre. Un abrazo para las dos.
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Gracias, gracias amiga 🙂
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😉😉😉
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¡Me gusta como pintó las raíces!
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Rosa, fijate bien, que tu lo captas todo: Las raices las ha hecho con papel de cocina y cola blanca. Despues las ha pintado y añadido marmolina por encima para dar efecto de tierra.
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Jajaja, ayer iba decir algo sobre la increíble ‘plasticidad’ de las raíces, pero pensé que podría ser una palabra demasiado difícil para los niños y veo que no. 🙂
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