Muy cerca de Madrid, a unos 100 km, se encuentra una auténtica maravilla de la naturaleza: LA CUEVA DE LOS ENEBRALEJOS.

Está en Prádena, un pueblo de la provincia de Segovia. Fue descubierta en 1932 por tres hombres del pueblo, que al cavar un pozo, dieron con una de las galerías. Luego  los espeleólogos y arqueólogos excavaron bien su interior y descubrieron que había sido utilizada 4.000 años antes por hombres prehistóricos que se sirvieron de ella como un lugar de enterramientos, una necrópolis o cementerio. Encontraron  restos humanos fosilizados, cerámicas y objetos de  ajuar funerario. Es una cueva con un río subterráneo que se forma cuando llega el deshielo, y llena de estalactitas y estalagmitas  que hacen formas imaginadas: un gran dragón un búho, el belén con sus Reyes Magos…vamos, gran diversidad de figuras,  y la pared de colores, con tonos procedentes de la disolución de diversos minerales: amarillo (azufre), naranja (hierro), verde (cobre), azul (zinc )… ¡¡REALMENTE PRECIOSA!!

Después de la visita nos dirigimos a EL CHORRO DE NAVAFRÍA donde nos sentamos en uno de los bancos del merendero y repusimos fuerzas con unos bocadillos mientras disfrutábamos del sonido del río y la maravilla del paisaje.

Continuamos nuestra excursión dirgiéndonos a las LAS HOCES DEL DURATÓN , también localizadas en la provincia de Segovia. Tienen una longitud de 25 kilómetros con de grandes desfiladeros que llegan a alcanzar los 100 metros de altura, donde el río Duratón se ha quedado encajado. Allí habitan  especies como el buitre leonado, alimoches, halcones e incluso águilas reales.

Subiendo hasta arriba llegas al MONASTERIO DE SAN FRUTOS, de estilo románico, construida en el siglo XII, y que hoy en día está en ruinas, pero que mantiene una gran belleza.

Un día fantástico donde tanto grandes como pequeños disfrutamos de lo lindo. ¡¡Una excursión altamente recomendable!!