Llevar a los niños a los museos puede resultar un plan divertido si sabes como enfocarlo. Lo primero buscar que la visita no sea demasiado larga (mejor pecar de lo contrario) y que resulte como un juego donde tienen que expresar lo que sienten, buscar objetos que no se ven a simple vista, interpretar emociones en los rostros… Entre medias les vas intercalando alguna pincelada sobre la técnica o estilo de la obra, alguna curiosidad sobre la vida y la época en que vivió el autor… Y si además la exposición que eliges es sobre el impresionismo, os aseguro que les encantará la experiencia.

Así que mi recomendación para este invierno es llevarles a ver EL IMPRESIONISMO AMERICANO que estará hasta el 1 de Febrero en el Museo Thyssen de Madrid.

Si bien la sala se encuentra en el sótano  del edificio,  la luz y riqueza de los colores manejas de una forma magistral, anticipa la primavera de cualquier tarde gris y fría de esta época del año.

Animaros a disfrutar de las fantásticas obras de los pintores impresionistas americanos: Mary Cassat, William Merritt Chase, Childe  Hassam , Tehodoro Robinson, John Leslie y  John Singer Sargent.

Por mi parte, como siento debilidad por Mary Cassat, he iniciado este post con una de sus obras que más me gusta. A continuación os dejo una pequeña muestra que os abrirá el apetito de ver más: